¿Cómo cortar las uñas a un conejo que no se deja? ¿Se puede?

Una de las dudas de mucha gente cuando adopta un conejo es, ¿Cómo le corto las uñas? ¿cada cuánto tiempo es necesario hacerlo? A continuación te explicamos como hacerlo.

Recuerda que tienes que tener que tener paciencia. Es frecuente que tu conejo se muestre muy nervioso y que le llegues a hacer sangre si no eliges el cortauñas adecuado.

¿Cuándo hay que cortarle las uñas a tu conejo?

En estado salvaje, el conejo no necesita recortar sus uñas, pues la excavación, desenterrar en la tierra van desgastando sus uñas de forma natural. El conejo necesita buscar alimento y se relaciona de esta forma con su entorno, pero esto cambia si tu conejo vive casa.

En casa, es interesante que tengas a mano unas tijeras para cortar las uñas de tu tu conejo, pues a no ser que tengas un jardín en el que pueda estar libre, no podrá ejercitar de forma natural su condición de excavador.

¿Cómo desgastan las uñas los conejos?

Ahora que ya sabes cómo desgastan sus uñas y por qué no lo puede hacer en tu casa, tienes que saber que lo normal es que cada 4 o 6 semanas eches un vistazo a cómo de largas las tienes, ya que es probable que ya sea hora de cortar las uñas.

Es importante saber que las uñas de las patas delanteras de los conejos crecen más rápidamente que las traseras, por lo que necesitarán ser recortadas con más frecuencia. Introduce la revisión de sus uñas durante vuestra sesión de juegos y mimos.

¿Cómo le corto las uñas a mi conejo?

Una vez que nos hacemos una idea de cada cuánto tiempo hacerlo, ahora explicaremos cómo hacerlo y qué vamos a necesitar.

Lo primero que vamos a necesitar es la ayuda de otra persona y que el conejo esté tranquilo, ya que facilitará la tarea. En primer lugar, un consejo: busca un momento del día en el que esté tranquilo y no uses, jamás, un cortauñas o unas tijeras no preparadas para la ocasión.

Usa cortauñas para conejos específicas

Una vez estamos acompañados necesitaremos los siguientes artículos:

• Tijeras/cortauñas especiales de conejo o gato. Las hay muy baratas en el mercado, rondando precios entre los 4 euros y los 10 euros.
• Un hemostático, para el sangrado. No siempre sangrarán, pero es una operación delicada y más vale prevenir que curar
• Una toalla limpia y seca
• Mucha paciencia. Muchísima paciencia.

Mi conejo no se deja cortar las uñas

Lo sabemos, decirlo y hacerlo no tiene nada que ver. Como sabemos que llevar a cabo este proceso puede ser difícil, aquí te van unos consejos para que no haya accidentes.

1. Calma a tu conejo. Si aceleras el procedimiento, podrías estresarlo. Si tu conejo es intranquilo, posiblemente entre en pánico y se mueva violentamente mientras tratas de sujetarlo y cortarle las uñas.
2. Sostén a tu conejo con cuidado. Es importante que lo mantengas quieto mientras le cortas las uñas. Algunos conejos pueden entrar en pánico y moverse violentamente cuando se sienten amenazados.
3. Envuelve a tu conejo con una toalla limpia. Cubre todo menos la cabeza del conejo y asegúrate de no tapar las orejas. De esa manera, mantendrás al conejo quieto y cómodo.
4. Corta solo la punta de cada uña. Una vez que las uñas crezcan, es recomendable que hagas cortes pequeños y frecuentes en lugar de que cortarlas demasiado.
5. Corta las uñas. Asegúrate de sujetar apropiadamente a tu conejo. Comienza con las uñas frontales: quita el pelaje alrededor de una uña, localiza la “carne viva” y determina dónde cortar.
6. Repite el proceso con cada uña. Encuentra la “carne viva” y corta las uñas de cada pata hasta que hayas terminado. Sé meticuloso y tómate tu tiempo.
7. Usa polvo hemostático sobre las uñas de tu conejo si es necesario. Es posible que cometas errores, incluso si hiciste lo mejor que pudiste para localizar los vasos sanguíneos de la uña.

Esperamos que estos consejos te hayan servido para recortarle las uñas. Recuerda, la clave es la paciencia y revisar cada mes en qué estado las tiene. Hay también juguetes específicos para que ejecuten esta función tan natural en ellos. Cuenta siempre con alguien que te ayude y una toalla limpia para cubrirlo. Mucho ánimo, al principio cuesta, pero, a medida que se acostumbra, se va haciendo más y más fácil.